6 claves para cuidar una planta de interior

Si te has hecho con una planta de interior recientemente o simplemente ya la tenías por casa y quieres que vuelva a lucir fresca y turgente, es necesario conocer algunos trucos para su correcto cuidado.

Pese a que nuestros hogares recogen las condiciones ideales para nosotros, eso no implica que sea así para nuestras plantas. Ya sea por temperatura, falta de agua o de luz solar, debemos tener en cuenta muchos factores para que su vida bajo nuestro techo sea viable.

A continuación te damos algunos consejos muy útiles sobre el cuidado de plantas de interior.

 

Una temperatura correcta

Pese a que estos seres vivos tienen tolerancia a los cambios de temperaturas entre el día y la noche del exterior, estos se dan de manera gradual, justo al contrario que ocurre en nuestros hogares, donde disponemos de aire acondicionado y calefactores que pueden cambiar la temperatura en cuestión de minutos.

Esto puede ocasionar problemas como pérdida de hojas o deshidratación en nuestras plantas, por lo que debemos alejarlas siempre de radiadores, calefactores y aires acondicionados. Además, debemos evitar lugares donde reciban corrientes de aire directas.

 

El riego justo y necesario

Hay que tener en cuenta que las plantas de interior necesitan un riego mucho menor que las de exterior. Estamos acostumbrados a regar de manera abundante a las plantas de nuestro jardín debido al efecto que tienen tanto el frío como el calor sobre ellas, pero cuando una planta está bajo el techo de nuestro hogar, no acusa tanto las inclemencias del tiempo.

Habrá que aumentar la dosis o disminuirla en función de la estación, pero la base de esta dosis es mucho menor que la de una planta que vive en el exterior.

 

¿Humedad ambiental?

Pese a la existencia de muchas plantas que requieren o gustan de una humedad elevada como las de origen tropical, es necesario vigilar este factor en nuestro hogar para que no se terminen resecando.

Lo ideal además de un riego adecuado, es la pulverización (evitando las flores) de las hojas de nuestra planta de interior de manera frecuente, lo que nos ayudará a mantener en ellas un índice adecuado de humedad.

También podemos aplicar un plato con grava o arcilla expandida que aísle la base de la maceta y que retenga el líquido sobrante de los riegos, que luego se evaporará gradualmente y producirá una humedad constante.

 

La luz es importante

Sabemos que la planta queda muy bonita en una esquina, una estantería o un lugar al interior de la casa donde precisamente no llega el sol, pero debemos pensar que su manera de fabricar alimentos depende directamente de la luz solar.

Por ello lo lógico es colocar siempre nuestras plantas cerca de una ventana, balcón o vidriera, lugares con una luminosidad suficiente que ayuden a poder hacer la fotosíntesis. Cuando esto no es posible la planta tiende a amarillear y dejar caer sus hojas, puesto que no está recibiendo el alimento necesario. Ten en cuenta también que debes evitar una luz directa, sobre todo en los meses de verano, puesto que esto podría quemarlas. La luz es importante en su justa medida.

Reponiendo nutrientes con el abono

Otra vía para la obtención de nutrientes por parte de las plantas es directamente del sustrato sobre el que se asientan. Debido a que es una porción de un tamaño relativamente pequeño, será necesario reponer sus nutrientes a través de abonos cada poco tiempo.

Estos abonos pueden ser:

  • Líquidos: mezclados junto al agua de riego, son un chute de nutrientes que la planta agradecerá. Hay que tener en cuenta las dosis exactas indicadas en el envase o quemarás las raíces de la planta.
  • Granulados: la ventaja de los granulados es que se entierran en el sustrato y su disolución es lenta, lo que implica un abastecimiento de nutrientes de manera prolongada, al menos dos o tres meses.

Cambiando la maceta

Las plantas también crecen como nosotros durante su ciclo vital, por ello el trasplante de un recipiente menor a otro mayor será algo que tendremos que realizar con el tiempo. Normalmente no es bueno que las raíces se encuentren muy apretadas, ya que podrían enrollarse sobre sí mismas, estrangulando a la propia planta. Lo ideal es ir cambiando de macetas en función del crecimiento de nuestra planta y sobre todo, deshacernos del recipiente de la planta recién adquirida por uno mejor y más cómodo para ella.


Las plantas de interior requieren de unos cuidados especiales que tengan en cuenta su situación en nuestro hogar y las particularidades de dicho ambiente. Por ello, si sigues estos sencillos consejos, conseguirás tener una planta bien cuidada y que aporte el color y la alegría necesarios al hogar