¿Cómo serán los jardines del futuro?

Los profesionales del sector se suelen hacer esta pregunta a menudo sin encontrar una única respuesta. No es extraño que una cuestión de tal calado se lance al aire en un sector con tanto bagaje tras de sí y con tanta innovación en su actualidad. Siempre se están buscando formas de ahorrar valiosos recursos y optimizar los jardines para sacar partido de hasta la última gota de agua o nutrientes disponibles en la tierra.

La tendencia actual que va ganando más importancia de cara al futuro es la de jardines con menos necesidades hídricas, menor mantenimiento, mucho menor uso de pesticidas, fungicidas, herbicidas, abonos y mucha menor intervención humana, todo ello aunado a mayores posibilidades de uso e integración en nuestra vida diaria. 

Jardines sin humanos

La tendencia que gana más fuerza de cara a los años venideros es la de los jardines con mínima intervención humana, optando por una serie de factores clave para conseguirlo:

 

  • Diseño inteligente: la realización de un diseño que tenga en cuenta el contexto del lugar donde se va a implantar el jardín es fundamental. Factores como las temperaturas medias y las lluvias que inciden a lo largo del año son vitales para un aprovechamiento máximo de los recursos.

  • Naturaleza de la tierra: es fundamental conocer el terreno sobre el que vamos a ajardinar, la composición de la tierra, la carga de nutrientes y las necesidades para la viabilidad de las especies que van a plantarse en él.

  • Elección de plantas: hay que tener en cuenta las especies más adecuadas y cómo interactúan las unas con las otras en función de sus necesidades. Debemos saber que son seres vivos que se relacionan con su medio y con el resto de plantas en él.

El objetivo final es un jardín que evolucione sin tanta necesidad de la mano humana.

Jardin multifunción

El jardín del futuro no es una mera obra ornamental, un lugar inamovible que solo sirve a su dueño como obra contemplativa. En el futuro el jardín trasciende ese uso “monolítico”, convirtiéndose en un espacio vivo dentro del hogar donde desarrollar distintas facetas sociales y vitales con posibilidades de:

  • Ser una zona de lectura natural donde relajarnos con un buen libro.
  • Albergar reuniones sociales en pleno espacio verde como barbacoas, almuerzos, cenas o tomas de aperitivos con familiares y amigos.
  • Convertirse en una zona de huerta con hierbas aromáticas y culinarias donde cosechar pequeños alimentos y añadidos naturales para nuestra dieta. 

Entre otros muchos usos que podamos pensar para disfrutar nuestro “rincón verde”.

 

Cuando nos preguntamos sobre el jardín del futuro imaginamos y tenemos la certeza de tener un abanico de posibilidades realmente amplio: desde un espacio humano social y recreativo, hasta un lugar útil para nuestra alimentación. Siempre diseñado bajo la premisa de ser más respetuoso con el medio ambiente (menos pesticidas y abonos), con mayor aprovechamiento de recursos hídricos y con uso aún más inteligente de las especies vegetales ideales.

 
El jardín del futuro será más humano, será mejor, más funcional y más respetuoso con el medio ambiente, albergando la posibilidad de limitar el uso de agua necesaria para su mantenimiento al igual que se limita la contaminación permitida por los vehículos de la manera más racional posible.

Finalmente será una obra que trasciende la naturaleza contemplativa y se integra en nuestra vida diaria y nuestra manera de habitar el planeta.