Conocer el tipo de suelo donde vamos a diseñar nuestro jardín es fundamental para el crecimiento y vida de las especies vegetales. En esta ocasión os hablaremos de algunas de las características que definen al suelo, teniendo en cuenta que existen muchísimas más de igual o incluso mayor importancia como el HP, los nutrientes, salinidad profundidad o materia orgánica.
TEXTURA
Para saber cuál es la textura del suelo en el que vamos a plantar nuestras flores, árboles,… debemos coger un poco de tierra que esté húmeda, pero que no llegue a estar empapada, y apretarla. Si una vez que la hayamos soltado mantiene la forma de nuestra mano, se debe a que contiene arcilla. Y si por el contrario se desmenuza es porque contiene arena.
Debemos tener en cuenta que un suelo arcilloso drena poco y se encharca con facilidad, uno de sus grandes inconvenientes. Sin embargo, es un suelo muy rico en nutrientes.
PROFUNDIDAD
Plantar en un suelo con poca profundidad influirá en el desarrollo de las raíces y por consiguiente la planta tendrá un tamaño más pequeño.
DRENAJE
El drenaje es fundamental en el crecimiento de cualquier especie vegetal, por ello debemos evitar cualquier tipo de encharcamiento. En el caso de que sea inevitable, procuraremos plantar en zonas en las que exista pendiente, instalar tubos de drenaje o añadir arena.
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